Honda ha culminado la temporada 2021 de una forma en la que vagamente soñaron a inicios de año, pues Max Verstappen ha logrado coronarse campeón del mundo de pilotos con un motor nipón propulsando su coche austriaco y a pesar de que Mercedes Benz se lleva la corona como el motor campeón, el cierre de temporada que han tenido los de Honda ha sido simplemente fantástico.

Dentro de Honda, algunos sienten que la decisión de salirse del deporte ha sido un tanto precipitada y es que si consideramos los logros cosechados esta temporada y las condiciones que se han pautado con la congelación de los motores hasta el 2025 con un marco regulatorio para cambios mínimos relacionados a la fiabilidad y al uso de los biocombustibles, es lógico pensar que quien tenga un excelente motor en 2021 podría estar muy bien posicionado hasta el 2025 con un gasto mínimo en investigación y desarrollo, lo que a sus vez supone una rentabilidad bastante alta y una gran visibilidad y exposición garantizada. Solo basta con notar el nivel de exposición y la calidad de visibilidad que ha tenido Honda esta temporada con Red Bull y ellos peleando ambos campeonatos hasta la última carrera y con Max llevándose el campeonato.

En estos momentos Honda se encuentra desarrollando lo que será la actualización final de su motor RA621H el cual tendrá que ser adaptado para tratar de recuperar la potencia que en teoría se espera que todos los motores perderían con la introducción del uso obligatorio de un 10% de biocombustibles en la mezcla de combustibles a usarse en el mundial de Formula 1 para la próxima temporada. Adicional a esto, esta última versión del motor Honda RA621H va a ser la que Red Bull Racing tomara como final para comenzar sus andanzas como motorista bajo el nombre de Red Bull Powertrains y que también proporcionara motores a su equipo satélite AlphaTauri.

Los rumores mas recientes indican que Honda estuvo atenta al marco general que la FIA ha definido para lo que serian los motores de 2026. La idea de Honda es entrar en una especie de hibernación para trabajar directamente en el motor de 2026 y llegar preparada de la mejor forma posible ya que la tecnología que se planea usar para estos motores no tiene un nivel de complejidad comparable con el de las actuales unidades de potencia. Sin embargo, también existen algunos escollos corporativos a considerar y es que desarrollar un motor como el que se visualiza para el 2026 difiere de la visión de la compañía de “totalmente eléctrico” en el 2030 y es que la casa japonesa busca cambiarse por completo al tren eléctrico para dicho año y para lograrlo han asignado la tarea a su vicepresidente, Seiji Kuraishi.

Por otro lado, los beneficios de exposición y visibilidad de entrar a la Formula 1 con un motor que sea capaz de al menos competir en igualdad de condiciones con los mejores es algo que en Japón tiene bastante claro y que han podido disfrutar esta temporada, por lo que incluso si esta nueva tecnología difiere con los objetivos de la empresa, los beneficios antes mencionados son demasiado buenos como para ignorarlos.

Aun faltan muchos años para el 2026 y con el paso del tiempo sabremos si Honda decide o no realmente embarcarse en esta aventura.