F1 | Abu Dhabi, la lujosa estética vs el aburrimiento competitivo: ¿Vale la pena?
Toda la fantasía del complejo del Yas Marina Circuit enamora a cualquiera que lo ve por primera vez, pero...¿alguien se fija en la competición? Abu Dhabi y la F1 tienen un gran problema por solucionar en este apartado.
Una nueva temporada de Fórmula 1 llegó a su fin, y como viene siendo costumbre, la sede del cierre de año es el Yas Marina Circuit. La undécima edición del Gran Premio de Abu Dhabi levantó, una vez más, la polémica con el final de temporada, y la elección de la sede para la misma. ¿Vale la pena tanta fantasía y luces, para luego ver un espectáculo infame?
El Yas Marina Circuit es un circuito de carreras situado en la Isla de Yas, Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes. Si nos centramos en la pista, es un trazado antihorario de 5554 metros de longitud, compuesto por 21 curvas. Desde 2009 y hasta la actualidad, salvo entre los años 2011 y 2013, el trazado árabe ha albergado la última cita del calendario de la Fórmula 1, una situación que ha levantado asperezas entre los aficionados a la competición. ¿Por qué?
El circuito cuenta con tres sectores realmente diferenciados: el sector 1 cuenta con una frenada media, y curvas enlazadas de alta velocidad; el segundo parcial consta de una curva izquierda/derecha de a medio gas, una horquilla (punto más lento del trazado) y dos rectas kilométricas separadas por una chicane de baja velocidad, y un sector 3 revirado, repleto de curvas de 90º. Quizá el segundo sector sea el único en el que se pueda adelantar, pero saliendo de una curva tan cerrada, lenta y con los coches actuales, dificulta mucho que dos coches se sigan.
Sin ir más lejos, en esta edición hemos visto que ‘toda’ la acción que ocurría en pista sucedió entre las dos rectas, con ayuda de los DRS. ¿Qué sucede? Que en el resto del circuito, esto era una procesión.
Ni siquiera el fallo del motor Mercedes del Racing Point RP20 de Sergio Pérez, que provocó la aparición del VSC y luego del coche de seguridad, pudo poner un toque dulce a esta carrera, más bien provocó lo contrario: todas las variedades estratégicas (salvo los que salían con duros, y Leclerc) se esfumaron cuando gran parte de la parrilla entró a boxes en la misma vuelta, para poner los neumáticos duros para llegar hasta el final.
Not the way anyone wanted to see Checo's final race for Racing Point end 💔#AbuDhabiGP 🇦🇪 #F1 pic.twitter.com/4ibGd9363H
— Formula 1 (@F1) December 14, 2020
Entre esa cuasi monotonía de estrategias, y la dificultad para seguirse/adelantarse que antes comentamos, produjo un final de año que no hace honor a lo que ha sido esta temporada. Ni el precioso anochecer, ni las espectaculares imágenes que se puedan tomar en un momento como este , ni tan siquiera la magnífica victoria de Max Verstappen, lo que supuso otro ‘no dominio’ de Mercedes, pueden tapar el terrible bodrio de carrera que tuvimos.
Salvando quizá los años 2010, 2014 o 2016, en los que todavía estaba en juego el campeonato y eso ponía algo de pimienta a un Gran Premio descafeinado, generalmente ha habido carreras mediocres en el circuito abudabí. Actualmente, además, con este prototipo de monoplazas que tanto sufren detrás de otros, y con un tercer parcial tan revirado, se hace casi imposible ver duelos directos en gran parte del trazado.
Y eso que hemos tenido otras carreras bastante mediocres este año, como fueron Hungría, Bélgica o Rusia, pero esta, sinceramente, se llevó la palma como la peor del año. Más que la guinda a un pastel que ha sido la más que decente temporada 2020, con grandes carreras por lo general, ha sido un dulce rancio que nos traerá pesadillas hasta el inicio de la próxima campaña...
¿Hay solución? Quizá en esta temporada atípica por la pandemia de la COVID-19 hubiese sido complicado encontrar otro trazado donde terminar la temporada, y se prevé difícil para 2021 ya que el calendario oficial volvió a citar a la F1 a un cierre de año en la Isla de Yas.
Pero sí, la hay. La propia estructura del complejo de Yas Marina cuenta con varias trazadas alternativas que, quizá, podrían beneficiar y mejorar el espectáculo. Es un punto que debería estudiar detalladamente la Fórmula 1 como ya se ha hecho en circuitos como Imola (eliminación de la variante Bassa), que reapareció en el calendario este año, o el Marina Bay de Singapur (eliminación zona plataforma flotante, curvas 16 a 19).
Otra opción, mucho más gustosa para los aficionados, sería devolver el cierre del campeonato a Interlagos (Brasil), donde el espectáculo siempre está servido. Un circuito que exige a los motores (altura elevada), que colabora a las luchas apretadas y donde, además, las inclemencias climatológicas siempre traen esa pizca de sal para terminar de adornar un Gran Premio. Ni hablar, por supuesto, de la diferencia de aficiones entre la consolidada y siempre fervorosa hinchada brasileña, y el escaparate de ‘millones’ que compone el público abudabí.
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En definitiva, no merecimos terminar una gran temporada de competición, con momentos especiales, circuitos debutantes y otros que volvieron, y pruebas de fin de semana, de esta forma. Tocará esperar 3 meses para que el Gran Premio de Australia (ojalá se cumpla y se pueda disputar) nos quite el sabor amargo con el que hemos despedido al año 2020 de Fórmula 1.