Ferrari una de las escuderías más emblemáticas de la historia de la Fórmula 1, por no decir la que más, se está enfrentando a una de las temporadas más duras de su historia en la categoría reina del motor. Desde la primera carrera de esta temporada atípica ya se atisbaba que los Ferrari no estaban en muy buena forma; no obstante, no ha sido hasta el Gran Premio de Bélgica donde los italianos han tocado fondo.

Las cosas fueron mal desde los entrenamientos libres del viernes, donde para encontrar a los Ferrari tenías que bajar muchas posiciones en la tabla de tiempos. Las cosas no fueron mucho mejor el sábado, los resultados de los entrenamientos libres tres ya auguraban lo que sería una clasificación más bien complicada. Los dos Ferrari tuvieron serias dificultades para pasar la primera ronda de clasificación, de hecho, no lograron pasar a la tercera ronda de clasificación y tan solo consiguieron ser decimotercero (Charles Leclerc) y decimocuarto (Sebastian Vettel).

#Charles16 pitted again for medium tyres. 18 laps to go. He’s back into action in P17. #BelgianGP🇧🇪 pic.twitter.com/pvs8ewjgnl

— Scuderia Ferrari (@ScuderiaFerrari) August 30, 2020

Si las esperanzas estaban puestas en el domingo estas se desvanecieron con el transcurso de las vueltas de carrera, donde se veía claramente que ninguno de los Ferrari tenía el ritmo suficiente para salvar el fin de semana del desastre, y es que los de Maranello se vieron superados en carrera hasta por uno de los monoplazas de sus equipos cliente. Kimi Räikkönen, que fue relegado del equipo Ferrari al equipo Alfa Romeo para hacer hueco para la joven promesa Charles Leclerc, consiguió superar a los dos Ferrari a pesar de partir desde la decimosexta posición. De este modo los Ferrari quedaron decimotercero (Sebastian Vettel) y decimocuarto (Charles Leclerc), los mismos en los que clasificaron a pesar de contar con el abandono de Carlos Sainz que ni si quiera llego a disputar la salida.

El hecho de que ambos Ferrari se vieran superados por un monoplaza con su mismo motor, saca a la luz que los problemas que están aquejando al equipo italiano no atañen solo al motor, sino que van mucho más allá y es que pudimos ver como los Ferrari tenían serios problemas para poner sus neumáticos en temperatura.

Además, durante el transcurso del Gran Premio de Bélgica pudimos ver a los de Maranello con cierta falta de consistencia incluso a la hora de realizar los pit stop, ya que aprovechando el periodo de safety car, Charles Leclerc entró en boxes para cambiar sus neumáticos y no solo los mecánicos no tenían listos sus neumáticos, sino que además fue una parada lenta debido a que tenían que aumentar la presión de sus neumáticos, mientras Mercedes realizaba un pit stop doble impecable. La parada lenta llevo a Charles Leclerc a perder los cinco puestos que había ganado en la salida, llevándole a exclamar: "Mierda de carrera", teniendo su ingeniero que avisarle de que la radio estaba abierta, algo por lo que una vez terminada la carrera tuvo que disculparse.

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Es entendible la frustración del piloto monegasco que al igual que su compañero de equipo, Sebastian Vettel, quedo fuera de los puntos en una carrera que muchos querrían dejar en el olvido, sobre todo teniendo en cuenta que Charles Leclerc había conseguido la pole y la victoria en Bélgica el año pasado. La caída del equipo italiano ha sido abismal de un año para otro y por ahora no tiene pinta de mejorar, ya que la próxima carrera tendrá lugar en el Autódromo de Monza, el templo de la velocidad, algo de lo que por ahora Ferrari carece totalmente.

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