Mercedes de nuevo en el punto de mira
Tras la polémica del DAS, Mercedes tendrá que gestionar otra acusación de ilegalidad por parte de Red Bull, que afirma haber encontrado un elemento extraño en los frenos traseros del W11. El jefe de asuntos técnicos de la FIA, Nikolas Tombazis, aclaró que cualquier uso indebido de partes estructurales para fines aerodinámicos o enfriamiento fuera de la zona permitida se declara ilegal.
La escudería Mercedes ha estado muy vigilada estos últimos días tras mostrar en los test de pretemporada de Barcelona el DAS. El resto de equipos mostraron a la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) su disconformidad sobre el uso de este sistema, pero la FIA no ha desautorizado dicho sistema, aunque se prohibirá para la temporada 2021.
En principio, Mercedes utilizará este sistema en el Gran Premio de Australia, aunque podría esperar hasta que el asunto esté más calmado y estrenarlo en otro Gran Premio cuando las olas se hayan calmado, o esperar que la FIA emita una evaluación oficial de las dudas sobre DAS a todas las escuderías.
Pero no es el único problema que ha tenido Mercedes antes de la primera carrera de la temporada, Red Bull habría descubierto que los alemanes han instalado unas tapas en los frenos traseros del W11, un eje de aire en una zona prohibida, según el propio reglamento. Esta tapa o soporte superior está formada por tres barras de carbono sólido en forma de V invertida, esto significa que este elemento es un componente que soporta la carga de la suspensión trasera.
El espacio entre estos componentes también se utiliza para enfriar los frenos y las ruedas. Red Bull decidió preguntar a la FIA si estas piezas son legales y el jefe de asuntos técnicos de la FIA, Nikolas Tombazis, respondió con la directiva técnica TD 014/20.
En el documento aclara que cualquier uso indebido de partes estructurales para fines aerodinámicos o enfriamiento fuera de la zona permitida se declara ilegal. El equipo alemán ha respondido argumentando que era imposible cambiar el diseño completo en tan poco tiempo y que el flujo en la salida en la parte posterior del eje se dirige en una dirección diferente.
Mercedes no ha sido la única en recibir acusaciones, Ferrari también ha sido protagonista tras publicarse el acuerdo entre los italianos y la FIA para no revelar los datos obtenidos en la investigación del motor Ferrari del año pasado, algo que causó malestar en el resto de equipos de la parrilla. Todo esto está generando confusión y, principalmente, desconfianza en la competición, donde parece que las escuderías salen impunes ante el uso de elementos ilegales en sus monoplazas tras el aluvión de posibles ilegalidades en las escuderías en el último año.