Verstappen: "Definitivamente ya no soy un novato"
El chaval rápido pero inmaduro da paso al futuro campeón, que saca todo su talento y madurez a relucir y ya sólo piensa en objetivos grandes
Max Verstappen afronta su sexta temporada en Fórmula 1. El piloto, de apenas 22 años a pesar de su ya extensa carrera en la categoría, arranca 2020 como el claro líder de Red Bull. Después de la marcha de Daniel Ricciardo a finales de 2018, se reforzaba su posición en el equipo y se convertía en uno de los pilotos más fuertes de la parrilla y con más superioridad sobre su compañero de equipo.
Este hecho lo demuestra que Pierre Gasly, piloto joven y con futuro, que había cuajado una primera temporada decente en Toro Rosso, y quien llegó a la escudería austríaca para sustituir a Ricciardo, fuera anulado completamente por el holandés y degradado tras sólo 12 carreras de nuevo a la escudería de Faenza.
El propio Verstappen explicaba en una entrevista para RaceFans.net todo lo que había crecido y mejorado desde su llegada a la escudería de las bebidas energéticas:
“Cuando llegué a Red Bull lo más importante para mí era escuchar y seguir a Daniel Ricciardo, aprendiendo su forma de trabajar. Por supuesto, tú tienes tu propio estilo de conducción, así que siempre eres diferente. Pero había ciertas cosas que no sabía que se podían hacer con el coche porque era muy distinto al Toro Rosso.” comentaba el holandés al porta RaceFans.net.
El dominio y control que tiene Verstappen a día de hoy sobre Red Bull es absoluto. Sin embargo, no siempre fue así. Porque el talento y personalidad del holandés hablan y han hablado por sí solos desde su debut, pero su prematura entrada en el Gran Circo, después de que Helmut Marko lo confirmara tras sólo un año de experiencias en monoplazas corriendo en la Fórmula 3 europea, dieron lugar a que la falta de madurez le jugara muchas malas pasadas durante sus primeros años, incluso cuando ya debería haber estado más asentado y tranquilo.
Sus grandísimas actuaciones casi siempre habían ido complementadas de algún error o jugada de dudosa legalidad o deportividad, fruto de la inmadurez que puede producir el haber quemado etapas de la formación de un piloto, como puede ser el hecho de no haber pasado por la Fórmula 2, y ocupar un puesto tan competitivo desde antes incluso de ser mayor de edad.
Sin embargo, su carrera y su actitud dieron un vuelco considerable después varias carreras para olvidar al inicio de la temporada 2018. Ya en esta temporada ha demostrado mucha madurez, un control absoluto de sus emociones y ha sacado a relucir aún más si cabe un talento y una velocidad increíbles, consiguiendo doblegar a los dos pilotos de Ferrari al término de la pasada campaña.
"Definitivamente ya no soy un novato", comentaba Verstappen. "Pero, por supuesto, sólo hice un año en F3 y luego entrar en F1 fue un gran salto. Así que supongo que cometes algunos errores que tal vez otras personas han cometido en F2 o donde sea que han conducido. Pero todavía estoy mejorando.”
Se ha convertido en uno de los pilotos más fuertes a una vuelta, con más de medio segundo de media de diferencia con respecto a sus compañeros. Esto le ha permitido pelear desde el inicio con rivales supuestamente más fuertes, al menos desde el punto de vista del monoplaza. Luego su ritmo de carrera y concentración al volante han dado lugar a resultados que a priori parecían imposibles de alcanzar con los recursos de los que disponía.
Al final de la temporada pasada, sólo una pequeña espiral de errores y malos resultados después del parón veraniego pusieron un pequeño pero a la temporada más madura y completa del todavía muy joven piloto holandés, y la que marca un precedente sobre lo que es capaz de hacer en el momento en que Red Bull dé el paso definitivo para estar a la altura de los mejores y luchar por el campeonato.