La Fórmula 1 vuelve a sorprender. Ese deporte/ espectáculo que está supuestamente en horas bajas, que resulta previsible y aburrido y que las marcas abandonan. El Gran Circo vuelve a superar una vez más la barrera de los 4 millones de espectadores en vivo en esta temporada 2019. No sólo eso, bate un nuevo récord confirmando el dato de 4.164.948 aficionados, llenando los circuitos alrededor del mundo, lo que supone un aumento del 1,75% con respecto al año anterior. La asistencia media cierra el año en 202.146 asistentes, un 1,85% más que en 2018, y con un remarcable dato de más de 80.000 entradas de paddock durante toda la temporada, un 7% más que la pasada temporada.

Este dato es bastante significativo, ya que no hay ninguna circunstancia externa que fomente este incremento salvo el propio interés. El número de carreras disputadas, 21, coincide con el de la anterior campaña, y se disputó un día menos de competición por culpa del huracán Hagibis que obligó a cancelar la jornada de sábado del GP de Japón.

Tres Grandes Premios, y por supuesto tres de los clásicos, lograron superar la barrera de los 300.000 asistentes a lo largo del fin de semana: Gran Bretaña, cuna del automovilismo actual y sede de la mayoría de escuderías de la F1, copa la tabla de países con más asistencia con 351.000 espectadores, seguido de México, con 345.694, y Australia, con 324.100.

Los buenos datos no terminan ahí. Ocho citas fueron capaces de superar los 200.000 aficionados. A los tres ya mencionados, le siguen Singapur y EEUU rozando los 270.000, seguidos de Bélgica y su mítico Spa con 251.864, el ya veterano Hungría con 230.000 y Austria, con una meritoria cifra de 203.000, si tenemos en cuenta la longitud del trazado y el poco tiempo que ha transcurrido desde su regreso al campeonato del Mundo, aunque al igual que México cuenta con una larga historia y tradición detrás.

Por otra parte, es importante mencionar la gran mejora en números de varias citas del mundial. Montreal aumentó en casi un 15% su asistencia, mientras que China, Austria, Melbourne, Hungría y Monza rondando una mejora del 10%.

También hay un aumento considerable si sólo tenemos en cuenta los espectadores del domingo, un 4% más que en 2018, con seis de estas pruebas superando las 100.000 personas el día de carrera. Comandados cómo no por Silverstone con 141.000, continuando con la fiesta de México con 138.435, Austin con 128.000, Singapur con 115.240, Spa rozando los 110.000 y Melbourne con 102.000. Para mayor satisfacción de sus organizadores, en seis de estas citas, el aumento de asistentes el domingo superó los 10.000: China, Austria, Bélgica, Singapur, Japón y Estados Unidos, y con mención especial para China, que aprovechando que organizaba el supuesto Gran Premio número 1000 registró un 30% más de público que en su edición anterior.

Sean Bratches, Director Comercial de la Fórmula 1 en representación de Liberty Media, compartía orgulloso estos datos alegando que “2019 ha sido otro gran año para la Fórmula 1 y estamos encantados de ver que más de cuatro millones de aficionados se unieron a nosotros en 21 carreras, superando las cifras de asistencia del año pasado”.

Desde luego, Liberty Media puede estar orgulloso de estas cifras. En un año que prometía mucho y que volvió a ser un desfile de Mercedes, lo normal, y lo que a mucha gente se le llenaba la boca vaticinando, es que el interés y la asistencia disminuyeran. Ya sea por las nuevas plataformas que Liberty intenta potenciar, tales como mayor presencia en redes sociales o las nuevas retransmisiones en streaming, o ya sea por el éxito del documental publicado en Netflix, que ha atraído y gustado a un gran número de público, incluida gente que hasta ahora era ajena al deporte y que se ha sumado a los adeptos de siempre.

Por otro lado, la nueva ola de pilotos jóvenes viene pisando muy fuerte. Tienen muchísimo talento y carisma, y como millenials, transmiten mucho por las nuevas plataformas y redes sociales, fuente de atracción para un nuevo público que la Fórmula 1 de siempre había perdido.