Pierre Gasly protagonizó un auténtico recital en el pasado GP de Brasil. El excepcional podio logrado en Interlagos refleja la entereza con la que ha sido capaz de reponerse de un varapalo tan importante como el ser relegado de Red Bull. De hecho, lo consigue el mismo fin de semana que el piloto que lo sustituyó en la escudería era confirmado para continuar en ese puesto la próxima temporada.

Lo cierto es que Pierre Gasly no fue capaz de adaptarse nunca a un Red Bull que parecía que se le atragantaba constantemente. Por otro lado, parece importante destacar que su ascenso fue un poco precipitado debido a la marcha de Daniel Ricciardo. El piloto francés no parecía aún preparado para el reto de enfrentarse a alguien tan fuerte, tan carismático y con tanto poder en las filas de Milton Keynes como Max Verstappen. Desde el principio, el increíble ritmo de su compañero y los nervios del debutante, generaron una presión sobre él que no fue capaz de asumir. Sumado a las buenas sensaciones que dejaba Alexander Albon, debutante en la categoría que era capaz de ponerle las cosas difíciles a su más experimentado compañero Daniil Kvyat, y a la poca paciencia habitual del temido Dr. Marko, propiciaban un temprano relevo.

Todo esto cambió al ser relegado a Toro Rosso. Recibir un duro golpe como ese, después de haber completado tan solo doce carreras con su nuevo equipo, no debe de ser fácil de encajar, pero desde el principio asumió su nuevo papel y empezó a sumar buenos resultados. La posición del equipo de Faenza es mucho menos estresante y permite trabajar y centrarte en lo más importante, que es ser piloto. Gasly encontró una tranquilidad que no tenía en Red Bull y empezó a traducirse en resultados.

Este podio, como el de Kvyat en Alemania en otra carrera loca pero muy trabajada, refleja los frutos de ese tesón, de esa calma y de esa fuerza moral que han sabido sacar para seguir haciendo lo que más les gusta y lo que mejor se les da. Una segunda oportunidad recibida más como un castigo que como una ayuda, pero que se convierte en redención.

Muchas son las voces que no han dudado en felicitar al piloto francés por su segundo puesto en tierras brasileñas. Su antiguo compañero Verstappen fue uno de los primeros en acercarse y felicitarle con un largo y cómplice abrazo que demostraba la felicidad que sentía porque a su antiguo escudero le fueran bien las cosas.

También ha recibido elogios de su antiguo jefe de equipo, Christian Horner. El austriaco habló de él en una entrevista concedida a motorsport.com. En ella aprovechaba la ocasión para recalcar el buen trabajo de Gasly en las últimas carreras.

 “Está haciendo un muy buen trabajo”, dijo Horner. “Creo que sacarlo del ambiente y de la presión de aquí, ponerlo de nuevo en el ambiente un poco más relajado de Toro Rosso, tal vez en un coche que es un poco más fácil de conducir, su confianza se ha estado recuperando y ha hecho grandes actuaciones. Por eso lo recuperamos como opción para 2020.”

Horner opina que esta decisión, aunque seguramente frustrante para él, le ayudaría a volver a encontrarse a sí mismo y recuperar su mejor nivel.

“Él tenía dos opciones. Podía deprimirse por ello o estar agradecido por el hecho de que todavía estaba involucrado en la Fórmula 1 y que Red Bull todavía creía en él. Y abrazó esta oportunidad en lugar de desanimarse por ella. Creo que también hubo casi un ligero alivio, porque obviamente la presión aumenta.”

“Empezó la temporada después de dos accidentes en los tests de pretemporada, luego hubo algunas carreras muy difíciles para él. Los medios de comunicación tampoco escatimaron en comentar los fallos y avivar esa presión. Así que la presión sólo aumenta y creo que era lo correcto para sacarlo de esa presión. Y ha sido bueno verlo realmente encontrar su confianza en Toro Rosso”.

Para terminar, Horner afirma que su confianza en él sigue intacta, y prueba de ello es que vaya a continuar en la estructura la próxima temporada.

"Si no creyéramos que es un candidato para nosotros, lo habríamos liberado del contrato. Obviamente seguimos creyendo en su talento y por eso lo mantuvimos dentro del grupo”.

En cualquier caso, es cuanto menos remarcable que joven piloto francés se encuentra ahora en sexta posición del mundial, empatado a puntos con Carlos Sainz y con 9 puntos de ventaja sobre Alexander Albon, el hombre que le "robó" el asiento. La última carrera decidirá cuál de ellos se proclama campeón del resto, si bien está ahora más cerca de terminar el año en esa posición de lo que estaba antes de recibir el despido implacable, impersonal e impaciente tan característico de la escuela del Dr. Marko.