Sin duda, la unidad de potencia que visten los bólidos actuales son los motores más eficientes del planeta. De hecho, si lo comparamos con los V8 de 2013, vemos que son un 20% más potentes, y a su vez, producen un 26% menos de CO2 a la atmósfera. Asimismo, en los últimos seis años los motores han evolucionado de tal forma que se han convertido en un 10% más eficientes.

La carrera tecnológica nunca frena. Por si fuera poco, el propulsor turbo-híbrido es más veloz que los V8 de antaño. Como ejemplo, en el circuito más largo del calendario, el de Spa Francorchamps, la vuelta rápida del año 2013 fue 1,50,756, usando aproximadamente 165kg de gasolina. Este mismo año, la vuelta rápida fue 1,46,409, cuatro segundos más veloz, usando sólo 100kg de fuel y en un monoplaza más pesado. Con todo esto, no es ninguna sorpresa que estas innovaciones se hayan hecho paso a la vida cotidiana, donde Mercedes ha tomado el protagonismo, o Aston Martin con su nuevo diseño Valkyrie, en el cual Adrian Newey tuvo un papel importante.

Además, más allá de súper prototipos, detalles de las cajas de cambios que se usaban en la Fórmula 1 al final de la década de los 80 y comienzos de los 90, se pueden llegar a ver en los diseños Clase S de la marca germana. A su vez, el KERS, aquel invento de la temporada 2009, que consistía en recuperar energía mediante las frenadas para usarlo posteriormente, se utiliza a día de hoy en algunos autobuses, haciendo así las ciudades más ecológicas.

También otros deportes se han visto beneficiados de los avances creados por los ingenieros del ‘gran circo’. Las innovaciones en algunos conceptos aerodinámicos y en el uso de la fibra de carbono han llegado hasta la vela, el bobsleigh o el ciclismo. Por ejemplo, McLaren trabajó con la compañía de ciclismo Specialized para crear una montura más ligera, mientras que Adrian Newey y Martin Whitsmarsh, antiguo jefe de McLaren, estuvieron involucrados en la mejora del uso de la hidrodinámica en la vela, debido a su similitud con la aerodinámica de los monoplazas de Fórmula 1.

Por último, y seguramente lo más importante, este continuo desarrollo ha ayudado a salvar vidas. Algunos hospitales usan el sistema de datos de McLaren para monitorizar a sus pacientes en cuidados intensivos. Por ejemplo, ciertos sensores que nacieron en la competición su usan en intervenciones para obtener mejor feedback del usuario que está siendo atendido. Además, GlaxoSmithKlinek, una empresa británica de productos farmacéuticos, ha comenzado a usar las técnicas de los pit stops de McLaren para mejorar sus colas de producción, creando el doble de artículos al año, en este caso pasta de dientes, sin comprometer su calidad.

Esto son solo alguno de los avances que la Fórmula 1 ha podido ir otorgando al mundo. Algunos de ellos tardan décadas en llegar, otros escasos años. Lo cierto es que la competición de automovilismo más importante del mundo es uno de los fenómenos en los que más ciencia existe, y por ello, los avances tecnológicos de todo tipo no dejan de surgir año tras año.

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