Tras dos semanas de despachos, reclamaciones y opiniones diversas en el Gran Premio de Canadá , en el lugar donde Vettel perdió la victoria por una penalización de cinco segundos por el reincorporado a la pista de manera segura y obligada a Lewis Hamilton a abandonar el circuito tras cometer un error en la vuelta 48, por fin tenemos la resolución al conflicto.

Ha habido una gran actividad durante toda la tarde frente al Motorhome de la FIA instalada en el Paddock del circuito de Paul Ricard para conocer la resolución de los comisarios en referencia a la sanción al piloto alemán de Ferrari.

Fuente de imagen: @Mara Sangiorgio, periodista de Sky.

Los comisarios de la FIA han decretado que las pruebas mostradas por la Scuderia Ferrari no tienen relevancia alguna como para modificar la decisión de penalizar a Sebastian Vettel tras su maniobra en el Gran Premio de Canadá.

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- Fórmula 1 (@ F1) 9 de junio de 2019.

Pero es conveniente hacer un repaso de todo lo ocurrido, reglamento en mano, para analizar todo el cómo y el porqué de todo lo ocurrido tras la polvareda levantada tanto por la acción como por la decisión de los comisarios.

Si tras la carrera, Ferrari no realizó apelación sobre la sanción a Vettel –principalmente porque no se pueden apelar los castigos de ese tipo en carrera–, el lunes, mediante datos de telemetría, GPS e imágenes tanto anteriores como posteriores del propio incidente objeto de la sanción, sí presentó a la FIA una revisión conforme al Artículo 14 del Código Deportivo Internacional (ISC).

La sanción al piloto germano vino motivada primeramente por volver a la pista de manera insegura. Las reglas con respecto a esto están cubiertas tanto en el ISC como en el Reglamento Deportivo, que son claros sobre lo que se espera de los pilotos que se salen de los límites del circuito.

El Artículo 27.3 del Reglamento Deportivo establece: "Se considerará que los pilotos han abandonado la pista si ninguna parte del automóvil permanece en contacto con ella y, para evitar dudas, cualquier línea blanca que defina los bordes de la pista se considera parte de la pista, pero los pianos no. Si un coche abandona la pista, el piloto puede volver a ella, sin embargo, esto solo puede hacerse cuando sea seguro hacerlo y sin obtener una ventaja notoria".
De este modo el apéndice L del ISC, Capítulo IV., Art. 2 a) dice "Un coche solo en la pista puede usar todo el ancho de dicha pista...".

Además, el artículo 2 b) agrega: "Más de un cambio de dirección para defender una posición no está permitido". "Cualquier piloto que vaya hacia la línea de carrera, habiendo defendido anteriormente su posición fuera de ella, debería dejar al menos el ancho de un coche entre su propio coche y el borde de la pista en la aproximación a la curva"."Sin embargo, las maniobras que pueden obstaculizar a otros pilotos, como el arrinconar deliberadamente a un automóvil más allá del borde de la pista o cualquier otro cambio anormal de dirección, están estrictamente prohibidas".

Dicho de otro modo, la sanción a Vettel fue el hecho de que Hamilton tuvo que tomar medidas para evitar, frenando y saliéndose del circuito, evitando una inminente colisión.

Las regulaciones de la F1 son claras acerca de cuál es la definición de los límites de la pista.

El Apéndice L del ISC, Capítulo IV., Art. 2 c) dice: "Los pilotos deben usar la pista en todo momento. Para evitar dudas, las líneas blancas que definen los bordes de la pista se consideran parte de la pista, pero los pianos no lo son".

Esto se ve reforzado por el Reglamento Deportivo de la F1. El artículo 27.3 establece lo siguiente: "Se considerará que los pilotos abandonaron la pista si ninguna parte del automóvil permanece en contacto con ella y, para evitar dudas, cualquier línea blanca que defina los bordes de la pista se considerará parte de la pista, pero los bordillos no".

Por lo tanto, a ojos de los comisarios y a pesar de las pruebas en contra de la sanción que Ferrari ha podido aportar, el reglamento está claramente redactado y la sanción de 5 segundos que le arrebató la victoria al piloto alemán estuvo bien impuesta con el reglamento en la mano.

Muy diferente y que daría para un extenso debate, es la aplicación del reglamento en casos similares que han ocurrido en los últimos años, algo que tanto a los equipos como al aficionado a la Fórmula 1 dejan descolocados sin saber a ciencia cierta lo que va a suceder con según qué acciones o si la carrera se terminará en un despacho y no tras la bandera de cuadros.

Al final no da la impresión de que todo esté tan regulado como parece, motivado siempre por el color de los rivales en liza, como si no hubiera siempre el mismo rasero para todos, tema espinoso por otra parte y que pone en jaque la credibilidad de las carreras y el espectáculo que el aficionado está viendo. Y pagando.

Aunque la cuestión que dejaremos en el aire será otra:
¿Tanta regulación y lo ambiguo de su aplicación interfiere de manera negativa en el espectáculo de la competición dónde la pillería y la astucia de un piloto queda cuasi rebajada a anecdótica?

Si destruimos el lado humano y emocional de la competición es como quitarle la sal y pimienta de una buena comida, ya sabremos cómo terminaran las carreras de antemano.

Y ya llevamos demasiados años comiendo soso.