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Caen dos gotas y entran en pánico.

Que fue lo que pasó con Ferrari que de parecer que hacían el 1-2 terminaron de manera desastrosa.

( palabras)
Caen dos gotas y entran en pánico.
Fuente imagen: F1

Otro fin de semana que parece predestinado a Ferrari, ahora con el plus de un combustible que les da mejor performance en el motor térmico.

Pasó el verano, empezó la F1 otra vez en Spa, como siempre. Y se mantiene la tendencia. Ferrari tiene un paquete mejor, potencialmente, que Mercedes. Y mientras los alemanes deciden mandar a Bottas a penalizar en una pista en la que se puede largar último y llegar al podio, Ferrari tenía a Kimi Raikkonen en su mejor pista, más fuerte que Hamilton y Vettel. Potencialmente también.

Pero, la señora lluvia, que este año parece ensañada con Ferrari, volvió a aparecer. Esta vez no es sorpresa, no solo porque el pronóstico lo anunciaba, sino porque Spa, es esa pista en la que puede llover en una zona, y estar seco en la otra del bosque de las Ardenas.

Lo que pasó en la clasificación, pareció una nueva vieja historia. Empezó la lluvia y cuando todos fueron para boxes porque no había chance alguna de seguir en Q3 con gomas lisas, el desconcierto se apoderó el “box rosso”.

Al tiempo que todos llegaban con una decisión clara, en Ferrari los mecánicos se chocaban, mirándose entre todos, sin rumbo, sin orden, sin calma. Mercedes metió sus autos y esperó. La pista debía definirse en los siguientes 5 minutos, si pasaba a ser para Full Wet, o si se mantenía para intermedios porque la lluvia cesaba. Quedaban menos de 10 minutos, tampoco iba a secar por completo, pero sí se podía inundar. Red Bull cambió las gomas de Verstappen y lo mandó inmediatamente a pista, apostando a mayor lluvia en los siguientes minutos.

Ferrari, en medio del caos, fue más caótico aún. Dejó a Vettel y mandó a Raikkonen a pista. El finlandés tomaría referencias para saber cómo estaba la condición allá lejos, en la bajada de Les Combes.

Raikkonen pasó y vio que se iba a secar. Vettel salió entonces a clasificar, a buscar su pole. Kimi se tenía que meter adentro, inexplicablemente, en el momento que la pista empezaba a secar y los tiempos caerían. Hamilton salió a dar dos vueltas.

En la primera se salió de pista y tuvo que abortar. La referencia la tomó el mismo, por su propia cuenta. Pero no podía fallar. Le quedaba una sola vuelta, y Vettel en su primer giro, se había puesto primero. Hamilton tenía dos desventajas. La primera era que había solo una oportunidad, no podía equivocarse. La segunda, que Vettel venía atrás suyo, y le podía bajar su tiempo.

Pero no pasó nada de eso. Hamilton no se equivocó, Vettel no pudo con él, quedó a 7/10, y Raikkonen largará sexto, porque cuando debía estar en pista, estaba en boxes, moviendo la cabeza de derecha a izquierda, sin poder creer que no tenía más combustible para poder clasificar. Lo sacarificaron, y no solo no ganaron la pole, sino que perdieron al segundo hombre de Ferrari, que más que nunca podía presentarle batalla a Hamilton.

Caen dos gotas y se desesperan. Los fantasmas aparecen otra vez. Así, Ferrari puede volver a perder un campeonato.

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