Hace siete años nos despertábamos en Latinoamérica con la terrible noticia de que Michael Schumacher había sufrido un accidente esquiando y estaba en coma. El alemán estaba de vacaciones con su familia y un grupo de amigos en los Alpes franceses para festejar el fin de año y su cumpleaños el 3 de enero.

Schumacher llevaba poco más de un año fuera de las pistas luego de su retiro con Mercedes el 25 de noviembre del año anterior. Tal como había dicho en el 2006, las baterías del corredor se habían agotado. Mientras que algunos bromeaban con que se iba a aburrir fácilmente, los que lo conocían aseguraban que esta vez era definitivo, Schumi quería disfrutar de su familia, sus hobbies y acompañar a su hijo Mick en los campeonatos de Karting.  Ya es historia conocida que todos esos planes quedaron truncos luego de que una maldita piedra lo hiciera caer y golpearse fuertemente la cabeza.

En estos siete años poco se supo con certeza sobre el estado de salud del ex piloto alemán. Luego de estar meses internado en Francia y posteriormente en una clínica de rehabilitación suiza, la familia lo llevo a su casa para que inicie su recuperación en privado rodeado de médicos y protegido de periodistas malintencionados capaces de todo por conseguir una imagen suya. El círculo íntimo del Kaiser mantiene un pacto de silencio inquebrantable. Las novedades sobre su estado de salud son las mismas de siempre, está luchando por recuperarse y volver a una vida normal que le permita disfrutar de su familia.

En estos siete años el mundo no se detuvo y mucho cambio en el deporte que lo tuvo como rey absoluto durante 16 años. Los últimos equipos que lo tuvieron al volante vivieron realidades exactamente opuestas. Mercedes, el equipo que Schumacher había ayudado a iniciar junto a Ross Brawn, arrasó de la mano de Lewis Hamilton con todo lo que se le puso enfrente, inclusive su record de 91 victorias y 7 campeonatos, mientras que la Scudería que tanta gloria supo darle en el primer lustro del nuevo milenio está sumergida en una crisis que se llevó puesto a Sebastian Vettel uno de sus grandes amigos y quizás su más grande admirador en la grilla. Los records son para romperlos supo decir el Kaiser en más de una oportunidad y es por eso que su familia reconoció el logro de Lewis Hamilton obsequiándole unos de los últimos cascos utilizados por Schumi el día que obtuvo su séptimo título mundial en el Gran premio de Turquía.

La noticia más importante para la familia Schumacher sin dudas debe haber sido el desembarco de Mick en la F1 para el año 2021. El joven de 21 años, testigo del terrible accidente de su padre, logró subir la escalera hasta la máxima y a fuerza de campeonatos en la F3 y este último año en la F2 debutará el año que viene en el equipo Haas. Integrante de la academia de pilotos de Ferrari, el joven Schumacher, que ha demostrado una gran madurez y humildad, tendrá ante sí un desafío grande en la categoría que tuvo a su padre como protagonista y dominador absoluto durante años. El deseo de todos los fans es que en algún momento su padre pueda volver a una pista a acompañarlo.