Uno de los mayores temores que los hombres de la Comisión Técnica de la FIA tuvieron durante las primeras horas luego del accidente de Romain Grosjean en Bahrein, era que el pavoroso incendio haya sido ocasionado por las baterías del Haas. Los primeros peritajes descartarían que ese haya sido el causante de la aparición del fuego, 30 años después de la última vez que se había visto en un accidente en Fórmula 1.

Fuente de la Imagen XPB Images

La investigación recién comienza, y los peritajes de cada elemento, de la centralina electrónica de seguridad de la FIA del auto, y el monitoreo de todo tipo de data generados por el brutal accidente sufrido por Romain Grosjean en Bahrein, están todavía en su proceso inicial. Sin embargo, cuando algo como el regreso del fuego tras 30 años de ausencia, se presenta nuevamente y más aún con la intensidad que tuvo en esta ocasión, todo tipo de preguntas aparecen.

¿Habrá sido el tanque de combustible? ¿Habrá sido el depósito de aceite del motor? ¿Habrán sido los conductos que llevan el combustible del tanque al motor? ¿Habrán sido las baterías del sistema eléctrico de la Unidad de Potencia? Sin dudas, alguna de estas variables ocasionó el incendio, y en todos los casos, la preocupación de la FIA debe ser muy grande. Pero la última, la del sistema de acumulación de energía eléctrica, era lo peor que podía suceder.

Sin informes oficiales aún, ni mucho menos alguna publicación de parte de los expertos que estudian cada aspecto del accidente, ya habría una gran tranquilidad en la Comisión Técnica de la FIA, al comprobarse que las baterías no tuvieron ninguna influencia en el incendio del Haas de Grosjean. De hecho, el paquete completo de baterías se desprendió de la base del monocasco, y quedó desvinculado del mismo, donde el fuego se propagó inmediatamente.

Ahora las miradas están puestas en las mangueras que ante la separación del motor respecto al monocasco, debieron actuar cortando el flujo de combustible, y que podrían ser la más lógica explicación a tanto fuego inmediato. Habrá que saber si el acople funcionó o no, si se rompió ante un golpe, por ejemplo de la hoja de guard-rail que se seccionó, o si en cambio lo que se rompió el alojamiento de esa válvula en el tanque mismo, ya que si se hubiera cortado la manguera, la caída de presión por el principio de funcionamiento “Quick Release”, debió haber cortado el flujo hacia el motor.

Al ser autos de Fórmula 1 y no autos de una categoría Spec (donde las piezas son únicas e iguales para todos), el diseño de casi todas las partes es único, personal de cada equipo o marca (en este caso todo lo referente a la UP es Ferrari), y no todo está perfectamente reglamentado o sometido a test de durabilidad. Cuando se conozca lo que realmente ocurrió, probablemente la FIA tome la decisión de algún cambio al respecto en elementos sometidos a esfuerzos relacionados con la seguridad.

Autor Diego Zorrero