Hoy se cumplen 27 años del fatídico accidente en el circuito de Ímola que se cobró la vida de Ayrton Senna. Un fin de semana especialmente negro para la Fórmula 1, en el que Roland Ratzenberger también perdió la vida.

Senna será por siempre una gran leyenda, su carrera siempre será recordada por las presentes y futuras generaciones de pilotos y seguidores de la F1. A día de hoy, Senna tendría 60 años, y siempre nos cuestionamos cómo hubiera sido la historia del automovilismo si ese 1 de mayo de 1994 no se hubiera teñido de tragedia.

Sus duras batallas en pista con Alain Prost, su habilidad para remontar en los grandes premios con impresionantes maniobras y, de manera muy especial, su gran carisma. Todo lo mencionado compone a ese querido personaje llamado Ayrton Senna, quien fue la gran figura de la Fórmula 1 a finales de los ochenta e inicios de los noventa.

El piloto originario de Sao Paulo tuvo sus primeros contactos con el automovilismo desde muy pequeño cuando su padre lo apoyó en su deseo de ser piloto y destacó de inmediato en las competencias de karting de su país, en las que superaba a pilotos mucho mayores que él, y que le sirvió para que las puertas de Europa no tarden en abrírsele.

Después de un paso exitoso por otras categorías del automovilismo en Inglaterra, Senna compitió en la Fórmula 3 Británica, serie por la que históricamente pasaron las grandes figuras que luego llegaban a la F1, y no tardó en destacarse del mismo modo que lo había hecho en el karting.

En 1984, Ayrton participó por primera vez de una temporada de Fórmula 1 con el equipo Toleman. El debutante Senna sumó tres pódiums y eso fue suficiente para que el equipo Lotus pusiera la mirada en el talentoso brasilero. En su nuevo equipo, empezó a destacarse mucho más y logró su primer triunfo en su segunda carrera con Lotus en el Gran Premio de Portugal de 1985.

Si bien Senna no logró el título mundial durante su paso por Lotus, acumuló seis triunfos y veintidós pódiums. Su talento lo postulaba como un gran candidato a ser campeón si tenía el auto ideal. Por ello, en 1988 tuvo la oportunidad de llegar a la escudería McLaren para compartir equipo con el francés Alain Prost.

El paso de Senna por McLaren estuvo marcado por su rivalidad con Prost. Sin embargo, esta rivalidad le dio mayor emoción a la lucha por un campeonato que finalmente fue para Senna. Al año siguiente, McLaren seguía siendo el equipo más fuerte de la F1. La lucha entre compañeros de equipo continuó, provocando un final de campeonato que a día de hoy aún genera polémica, debido a la descalificación de Senna, quien después de tener un contacto con Prost había realizado una remontada impresionante en el Gran Premio de Japón, por haber retomado el camino a la pista saltándose la última curva.

Los dos años siguientes tuvieron a Senna como campeón y, de esa manera, el piloto de Sao Paulo acumuló sus tres títulos mundiales. El brasileño logró 35 victorias con McLaren, pero para las temporadas que le siguieron, McLaren empezó a mostrar problemas y se vieron superados por otras escuderías. Esta situación hizo que Ayrton, en su búsqueda por seguir siendo el mejor, firmara un contrato con Williams para 1994.

Aquel trágico 1994 empezó muy mal para el tres veces campeón del mundo. En las dos primeras carreras de la temporada no logró terminar. Pero, en el Gran Premio de San Marino, disputado en el circuito de Ímola, la situación parecía que empezaba a cambiar. Senna logró la pole en una sesión de clasificación que estuvo marcada por el accidente que terminó con la vida de Roland Ratzenberger y el impacto del fuerte accidente de Barrichello el día anterior.

Después de siete vueltas de carrera, un fuerte accidente en la curva de Tamburello tenía como protagonista a Senna, quien en ese momento era líder de la carrera. Según declaraciones del médico que atendió a Ayrton en la pista, la situación se veía muy complicada para el piloto de Brasil y, horas más tarde, se terminó por confirmar el triste desenlace. Y cambió la historia del automovilismo.

Los homenajes a Senna demostraron, por si quedaba alguna duda, lo querido que era Ayrton Senna tanto en el ambiente de la Fórmula 1 como en Brasil, en donde sus triunfos y la cercanía del piloto con sus compatriotas le habían dado mucha alegría a un país en donde la pobreza los tenía muy golpeados y en donde lo despidieron como un héroe nacional.

Aún hoy en día, la figura de Ayrton Senna es recordada en el paddock y los aficionados no le olvidan. Su espíritu y recuerdos siempre acompañan a la Fórmula 1, incluso en las retransmisiones de carreras, cuando un piloto muestra una gran maniobra de adelantamiento se evoca la memoria de Senna. Claro que con esto no pretenden igualdad a un Senna que siempre será inolvidable, es más un homenaje a un piloto que marcó mucho en la historia de la F1 y sus fanáticos.

Senna siempre será Senna, un piloto único que por sus hazañas y carisma siempre estará entre nosotros.