Jean Todt presidente actual de la FIA y antiguo director de la gestión deportiva de Ferrari, durante los años dorados de la escudería italiana. Ha puesto voz a un pensamiento, que lleva mucho tiempo rondando las cabezas de los aficionados de la Fórmula 1.

En opinión de Jean Todt la categoría reina del motor se ha vuelto demasiado fiable. Los monoplazas rozan el nivel de la excelencia y cada vez son menos las veces que los vemos averiarse o fallar, sobre todo si posamos la mirada en la parte más alta de la parrilla. Lo que convierte a la Fórmula 1 en un espectáculo predecible y aburrido, ya que priva a los aficionados de la emoción y de los distintos escenarios, que pueden surgir con la inesperada aparición de un fallo mecánico durante la carrera.

Así lo declaró el actual presiente de la FIA a las cámaras de Sky Sports: "Las cosas cambian, a veces mejor, pero a veces a peor".

En palabras del propio Jean Todt: "Tengo la sensación de que los monoplazas se han vuelto demasiado fiables, y también siento que están pasando demasiadas cosas sin que podamos verlas".

Jean Todt que llegó a la Fórmula 1 en 1993 para recalar en la escudería de Il Cavallino Rampante, hasta 2009 donde ocupó el cargo de presidente de la FIA, sustituyendo al británico Max Mosley. Parece no estar del todo de acuerdo con el camino que está tomando la categoría reina del motor, por lo que el francés en su búsqueda de culpables ha señalado al simulador.

Bajo el punto de vista del francés el uso desmedido del simulador también le estaría restando a la Fórmula 1 ese carácter espontaneo, que la convertía en uno de los deportes más emocionantes.

Tal y como dijo el propio Jean Todt: "Los pilotos realizan simulaciones de un circuito en la fábrica durante cualquier fin de semana de carreras o en cualquier otro momento, y todo esto se puede hacer sin límite".

"En cierto modo, extraño el pasado de vez en cuando. Todos se quejaron de que se habían decidido demasiadas cosas, pero lo echo de menos", añadió el actual presidente de la FIA.

Los pilotos pasan un número innumerable de horas en el simulador de carrera, por lo que cuando los pilotos llegan a un circuito se lo conocen de principio a fin con todo lujo de detalles, de esa manera pueden desenvolverse por todo el trazado sin esperar ninguna novedad que les pille por sorpresa. Lo cual vuelve a envolver a la Fórmula 1 en un manto de fiabilidad y previsibilidad.

"Probablemente se ha probado demasiado, pero ahora hay demasiadas simulaciones ocultas en las fábricas", apostilló el francés.

"Está claro que la noticia es buena, pero también debería comprobar un poco más todo eso", concluyó Jean Todt.

En definitiva los que acaban perdiendo son los aficionados, que esperan con ansia disfrutar de un espectáculo memorable cada vez que se sientan a ver una carrera de Fórmula 1, por lo que deberían buscar soluciones efectivas para resolver esta situación que viene arrastrándose desde hace algunos años.