El Gran Premio de Azerbaiyán llegó al calendario de Fórmula 1 en el año 2017, previo nombramiento como Gran Premio de Europa en 2016. El circuito que lo alberga, el Baku City Circuit, ha sido objeto de alabanzas y críticas, a partes iguales. Alcanzar 360km/h a final de la recta de meta, sumado a su famosa sección estrecha del Castillo de la Torre de la Doncella, incluye un esfuerzo extra a equipos y pilotos.

Y en esa tremenda recta, situada en la Avenida Neftchilar de la Ciudad de Bakú, yace la entrada de boxes, una de las más peligrosas del calendario de Fórmula 1. Transcurridos tantos metros con el pedal a fondo, y computando esas velocidades, los pilotos “chocan” con una deceleración cercana a los 280km/h. A todo esto, cabe sumar esa suerte de chicane reductora que suma un peligro más para el piloto.

Del mismo modo, el año pasado saltaron las alarmas tras el impactante incidente de Max Verstappen. El Campeón del Mundo, siguiendo las indicaciones desde el box, llevó un ritmo determinado en una estrategia a 1 parada. Y nadie pensaba que pudiese llegar a sucedes lo que, vueltas antes, había vivido Lance Stroll (Aston Martin) en su piel. Pues bien, a más de 330 km/h, el neumático trasero derecho del neerlandés reventó y determinó su abandono.

El peligro era un combo conformado por la explosión del neumático, la velocidad alcanzada y el muro de boxes (y lo que el golpe a esa velocidad supondría). Suerte que el RB16B chocó hacia el lado contrario.

Es por ello que, tras varias quejas de pilotos y ex-pilotos, el promotor del evento, Arif Rahimov, en conversación con el medio Motorsport.com, reconoció que trabajan en cambios en esa zona, de cara a la carrera del mes que viene.

“Estamos cambiando ligeramente la entrada al pitlane; no hay cambios en la pista, pero la FIA nos pidió que modifiquemos la entrada al pitlane para hacerla un poco más segura. Veremos cómo funciona, aunque los pilotos no suelen cometer errores en la calle de boxes” comentó Rahimov quien, además, confirmó que hablan y comentan con los pilotos, acerca de las inconveniencias que puedan surgir a lo largo de un fin de semana de carrera.

“A veces los pilotos vienen, corren una sesión y dicen ‘vale, ese punto, ese bordillo de acero tiene que desaparecer, o hay que añadirlo. Para la curva de la sección estrecha, hemos estado jugando con los pianos desde el primer día. Los añadimos, quitamos, y volvimos a añadirlos, así que no se puede saber hasta que los coches pisen el asfalto” añadió.

Por otro lado, el organizador del evento azerí mira más allá de la carrera de este año, que se disputará en poco más de un mes. Estando al tanto del incremento del número de carreras sprint del año, gustaría de que una de las seis pruebas sprint se lleve a cabo en Bakú, en la edición 2023 (penúltima de su actual contrato).

“Soy un gran defensor [de las sprint]. Me gusta mucho la idea. Creo que puede llegar a aburrir cuando la gente se acostumbra demasiado al mismo formato, y entonces pierden su interés. Así que este tipo de cambios es bueno para el deporte” concluyó.

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