La temporada 2019 dejó grandes momentos tanto dentro como fuera de la pista. Las acusaciones cruzadas entre Ferrari, Red Bull y la FIA por supuestos usos fraudulentos de los italianos en componentes de su unidad de potencia obligaron a la Federación a intervenir y emitir una serie de normativas técnicas explicando qué es legal y qué no hacer en el motor.

Aunque finalmente se demostró que los de Maranello no habían cometido ninguna ilegalidad, el resto de los equipos, entre ellos Red Bull, agradecieron a la FIA dicha normativa explicativa.

"La unidad de potencia del coche es una pieza increíblemente compleja. Y creo que la FIA no tiene la experiencia que los equipos tienen en el desarrollo. Creo que lo que se ha aclarado es un bloqueo en varias áreas, y está centrado más en el futuro en lugar de mirar hacia atrás. Y para nosotros, lo que era enormemente importante era tener una claridad absoluta antes de la temporada 2020", comentaba hacia motorsport.com el jefe de equipo de Red Bull, Christian Horner.

Para 2020, la FIA dictaminó que será obligatorio para todos los equipos la instalación de un segundo medidor de flujo de combustible, con el objetivo de evitar cometer actos fraudulentos en el motor.

Mattia Binotto, jefe de equipo de Ferrari, aclaró que su escudería no cometió nada fuera del reglamento, y que si hubiera habido algo ilegal, la FIA lo hubiera descubierto.

“Si miro toda la temporada, hemos sido uno de los equipos más controlados, antes y después de las directivas técnicas. Cuando logras una ventaja de rendimiento, y nosotros ciertamente la obtuvimos durante toda la temporada, te controlan más. Creo que es normal, de alguna manera es bueno porque mediante esos controles estás demostrando tu legalidad", comentó el italiano.

Para finalizar, Binotto indicó que han utilizado el motor de la misma forma durante todo el año, por lo que no tienen nada de lo que preocuparse.

“Después de las directivas técnicas, la cantidad de controles en nuestros coches se ha multiplicado. Las revisiones se han mostrado a la FIA y se han debatido los detalles. Así que todo lo que se podría haber hecho en colaboración con la FIA se ha hecho. Nunca hemos cambiado nuestra forma de utilizar el motor durante la última parte de la temporada, lo que demuestra que de alguna manera nuestra unidad de potencia tiene plena legalidad", añadía.

"De lo contrario, si hubiera habido alguna cosa ilegal, se habría descubierto en el primer control", expresó para finalizar el director técnico de Ferrari.

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