Llega el verano y, como ya es tradición en la Formula 1, comienza la “silly season”, la época de los rumores de futuro en el Gran Circo. Esta temporada ha llegado con un plato fuerte: las especulaciones sobre qué pasará con Sebastian Vettel más allá de este año.

Vettel acabó la temporada pasada frustrado, hundido anímicamente y muy cuestionado por la afición debido a una serie de errores consecutivos  que pudieron ser la causa de que se les escapara el titulo tanto al piloto como al equipo una vez más. Para colmo de males, Ferrari fichaba a un nuevo diamante en bruto como Charles Leclerc para poner en apuros al tetracampeón del mundo. Su innato talento, su gran carisma y las ganas intactas propias de piloto joven reunían todas las características que buscaba Ferrari para sacar la mejor versión de Vettel, y en teoría, todo hacía apuntar a que esta temporada además podrían disponer del mejor coche de la parrilla para poder pelear en las primeras posiciones. Sin embargo, Mercedes volvía a entrar en escena para acabar con las esperanzas de aficionados, prensa y paddock, deseosos de un cambio de tendencia en el mundial.

Los alemanes arrancan el año con una ventaja que hace recordar a los primeros años de dominio absoluto de la era híbrida, y Ferrari arranca con un rendimiento decepcionante, con más presión y nerviosismo que nunca, fallos estratégicos propios  de un equipo novato y con un problema añadido, ya que el rendimiento de sus pilotos es tan parecido que son necesarias las órdenes de equipo prácticamente en todas las carreras, de manera que por un motivo u otro, cada carrera el equipo y los pilotos salen cada vez más desgastados.

Por todos estos motivos, cada vez son más las voces que afirman que Vettel está cansado de Ferrari y de la propia Fórmula 1, y aunque su contrato con los de Maranello se prolonga hasta finales de 2020,  podría estar planteándose seriamente su retirada a finales de este año.

Tanto es así que el propio piloto ha tenido que desmentir todos estos rumores en unas declaraciones antes del Gran Premio de Canadá, asegurando que sigue divirtiéndose compitiendo, y que su única misión sigue siendo devolver a Ferrari al triunfo.

"No planeo retirarme. Todavía me divierto mucho en Fórmula 1 y tengo que hacer algo en Ferrari. Queremos intentarlo todo para cambiar el rumbo de esta temporada y el Gran Premio de Canadá debería ser el principio", comentaba Vettel para la revista Auto Bild.

Además, afirma que la confianza en su equipo sigue muy alta, aunque admite que sus rivales han trabajado mejor para este año y hay zonas donde hay que mejorar, especialmente en la gestión de los neumáticos, pero todo lo que puedan aprender y mejorar ahora les servirá para volver a luchar en 2020.

"Nuestro coche va bien, pero aún estamos en la fase de conocerlo. Lo que nos resulta más difícil esta temporada es encontrar la mejor manera de hacer que los neumáticos funcionen. Los demás, Mercedes y Red Bull, lo han hecho mejor que nosotros. Aprendemos todos los días y esto también nos beneficia para fabricar el coche de la próxima temporada"

Por parte de Ferrari, según indican algunos periodistas cercanos a la Scudería como Leo Turrini para el diario italiano Il Quotidiano, por el momento tampoco se plantean rescindir su contrato y aún confían en que el piloto pueda encontrar su mejor versión, principalmente porque el equipo este año tampoco está a la altura y no considera que pudieran obtener mejores resultados con otro piloto. En cualquier caso, advierte que en el contrato de Sebastian Vettel existe una cláusula de rescisión en el caso de que el equipo decidiera dejar de contar con sus servicios.

A falta de saber cómo se resuelve esta situación y de si existiera alguna otra causa de carácter personal que haya provocado este bajón, el mismo periodista pide respeto para el piloto y para el equipo en los medios de comunicación y en las redes sociales.