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Mercedes, ¿nuncan fallan?

Los de Brackley supieron solventar de nuevo un fin de semana que se les venía complicado con una suspensión delantera digna de enmarcar, junto con un pilotaje soberbio de Lewis Hamilton.

( palabras)
Mercedes, ¿nuncan fallan?
Fuente imagen: Jerry André - MotorLAT

Mercedes-AMG es ese equipo que parece no fallar nunca. Parece que no son humanos, que nunca se equivocan. Lo cierto es que el domingo sí se equivocaron al ponerele a Hamilton las gomas medias en lugar de las duras durante el periodo de safety car desde la vuelta 11. Los alemanes no creían que iban a acumular tanto desgaste, en especial el graining que sufrió el W10 de Lewis en la rueda delantera izquieda, pues tuvo que estar 67 giros rodando con el mismo neumático.

Además se vio a un Hamilton paranoico en algunas ocasiones, quejándose constantemente del aspecto de sus gomas y del graining que sufría en carrerra, y no es para menos teniendo a un Max Verstappen soplándole en la nuca. Los pentacampeones del mundo pensaron que unas gomas duras no tendrían ritmo, pero se equivocaban. En Red Bull le pusieron neumáticos duros a Verstappen, aguantando mucho mejor a final de carrera que Lewis. En Mónaco es muy muy difícil adelantar, por lo que, aunque vayas lento, haciéndote un poco ancho en pista es imposible que te pasen. Es hacer un "trenecito" todo el rato.


Lo cierto es que las "flechas plateadas" trajeron a Mónaco un innovador concepto de suspensión delantera. Introdujeron sistema multilink, algo que asemeja a lo usado en Red Bull, aunque de manera más eficaz. Dicho sistema permite a los neumáticos pegarse como una lapa al asfalto, posibilitando frenadas más precisas y tardías, y para "colmo", un mejor cuidado de gomas.

El sistema de push-rod de doble pivote consigue mantener el alerón delantero pegado al suelo generando así la máxima carga aerodinámica posible, reduciendo el subviraje en las curvas más lentas. Este ha sido uno de los motivos por los que el SF90 sufre a día de hoy, mientras que el W10 parece ir sobre raíles.

En resumen, en Mónaco se vio a un Mercedes que sí se equivocó en la estrategia, algo poco habitual en ellos, aunque como seres humanos, es normal y lógico que puedan cometer errores. Sin embargo, la suspensión delantera que metieron fue lo que les separó del resto, estando a un mundo de Red Bull y de Ferrari.

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