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F1 | Increíblemente, Red Bull copia a Ferrari

La llegada de Checo Pérez a Red Bull tiene muchas aristas para analizar, pero una de ellas nos lleva al mundo Ferrari. Hay un paralelismo con la llegada de Carlos Sainz en lugar de Sebastian Vettel. Ambos tuvieron un excelente 2020, aunque el español no lo necesitó, su contrato ya estaba firmado antes de empezar a correr este año.

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F1 | Increíblemente, Red Bull copia a Ferrari
Fuente imagen: F1

Cuando suceden cosas que sorprenden, que no han tenido un recorrido natural, suele haber algunas explicaciones que requieren hurgar en el pasado.

Sebastian Vettel era el proyecto soñado para Ferrari. Significaba la llegada de un piloto alemán con cuatro títulos mundiales, para trascender como el gran sucesor del inigualable Michael Schumacher. No perderemos tiempo en contar lo que todos sabemos. Vettel no fue ni la sombra del Kaiser, y si bien se convirtió en el tercer piloto que más victorias consiguió con un auto de Maranello, el gran objetivo nunca fue alcanzado.

Por eso llegó Charles Leclerc, en medio de la parábola descendente de Vettel, como piloto de tormentas para transformarse en el salvador de una crisis. El súper motor de 2019 fue la herramienta que lo hizo posible, y animó a Binotto y sus jefes a sacarse de encima a Vettel en plena cuarentena. Pero al mirar para abajo, en su escuela no encontró otro Leclerc listo para subir a Fórmula 1. Entonces, sabiendo que no podían equivocarse en el reemplazo de Vettel, fueron muy inteligentes en elegir a Carlos Sainz. Un piloto asentado, con buena experiencia, sólido en carrera, cuando se deben cosechar puntos, y de un perfil poco controversial, un hombre moderado, que sabrá entender cómo manejar ser parte de un top team, al lado de una estrella incipiente, futuro campeón mundial en potencia.

Si le sacamos el nombre de Sainz y ponemos el de Pérez, no habrá muchas diferencias para remarcar. Solo una mayor cantidad de temporadas en F1, algunos podios y una victoria que no tiene el español aún. Pero ambos tienen, además de sus cualidades deportivas, otra condición común: no son pilotos de la academia de ese equipo. Vienen de afuera, como un claro aporte al objetivo principal, que es poner un segundo auto al mismo nivel, no para complicar al piloto principal del equipo, sino para complicar a los rivales de éste. Y eso, pone un signo de interrogación muy grande sobre el sistema de academias. La de Mercedes pareciera ser la que mejor resultados ha dado, poniendo pilotos incluso en Williams y Renault, formándolos para reemplazar a un piloto titular de Mercedes el día que quede una butaca libre.

La de Red Bull parece ser la academia más numerosa pero más conflictiva. El mismo método que lleva a los pilotos rápidamente por distintas categorías para estar listos en poco tiempo, es el que después los tritura si en poco tiempo no son un Verstappen en potencia. Y a fuerza de ser sinceros, Max no es piloto original de la academia, sino que fue capturado cuando ya estaba brillando en F3.

Mirando la foto chica, Sainz y Pérez parecen tener una misma situación favorable. Sin necesidad de enfrentar a Leclerc y Verstappen, pueden capitalizar el exceso de vehemencia que ambos suelen mostrar cada tanto, y quizás a mitad de temporada, estar incluso mejor ubicados en la tabla de posiciones general del campeonato. Y entonces la historia será otra.

Tanto el español como el mexicano tienen sus contras también. No tienen el “feeling” ni del auto ni del motor. Ante un congelamiento de normas que impide hacer autos completamente nuevos, Charles y Max tienen un conocimiento del chasis muy preciso. En el caso del monegasco, su ventaja será menor respecto al español, porque el SF1000 fue mutando con modificaciones que se fueron aplicando para intentar rescatarlo del “fondo del mar”, y porque el motor será nuevo. El holandés, en cambio, conoce a la perfección tanto chasis como motor, que se mantendrán bastante similares, mientras Checo está acostumbrado a la entrega de potencia del Mercedes, que pareciera ser superior al Honda.

La foto grande muestra que las academias no resolvieron las coyunturas de Red Bull y Ferrari. Pérez y Sainz son una transición hasta que llegue el próximo egresado. Y esa es la otra contra para ambos. Su tiempo en estos nuevos equipos a los que llegan, no parece que fuera a ser muy largo. Pérez llega por un año. Sainz por dos. Si se quedaran más tiempo, sería porque sorprendieron, pero eso al mismo tiempo es un condicionante, porque tienen que demostrar en poco tiempo, que vale la pena tenerlos en ese auto. Binotto, sin ir más lejos, acaba de declarar que esperarán a Mick Schumacher el tiempo que él necesite, pero le gustaría que esté preparado para vestir de rojo en 2023. Mensaje más claro para Sainz no debe haber.

Y es en esas condiciones que Sainz y Pérez iniciarán sus nuevos ciclos. Nada por ganar, pero poco tiempo para demostrar. El tiempo dirá su verdad. Y no es el tiempo de vuelta precisamente…


Autor: Diego Zorrero

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