Nasser Al-Attiyah gana el Dakar cada cuatro años. Esta constatación, por sorprendente que parezca, es irrefutable en vista de sus victorias en 2011, 2015 y 2019. Ahora bien, todos sabemos que las matemáticas son muy caprichosas en el Dakar y todo apunta a que el catarí puede adelantar un destino que parece abocarle a un cuarto título en 2023. El dominio total de la materia del que hizo gala el pasado enero con su copiloto Matthieu Baumel, lejos de ser algo aislado, se ha prolongado durante toda la temporada, si bien dejaron escapar el que habría sido su sexto título consecutivo en el Rallye du Maroc. En un terreno familiar y vecino, Al-Attiyah se antoja más favorito si cabe ahora que su Toyota Hilux ha alcanzado la madurez. Lo mismo le ocurre a su compañero de equipo Giniel de Villiers, quien le arrebató el título en Marruecos y podría recuperar su eficacia en un recorrido saudí que exigirá a los pilotos importantes muestras de regularidad… precisamente la marca de la casa del sudafricano. Al mando del mismo pick-up encontraremos a Fernando Alonso quien, pese a su escasa experiencia en el universo del rally raid, tiene una vista, una mano y unas capacidades de adaptación que hacen de él un debutante de altos vuelos, sobre todo habida cuenta de que le acompaña en el habitáculo el pentacampeón Marc Coma.

Elaborado con mimo para seleccionar a los equipos por su resistencia, su pericia en la navegación y su sangre fría, el recorrido del Dakar 2020 hace un guiño a los más experimentados. En este registro, Stéphane Peterhansel se perfila, con sus 13 títulos, como un pretendiente de peso. Incluso inscrito con Paulo Fiuza, quien ha reemplazado a última hora a su mujer Andrea en el asiento del copiloto, “Monsieur Dakar” sigue siendo uno de los principales rivales de Al-Attiyah en la lucha por la victoria. Ahora bien, el clan de los Mini X-Raid llega a la contienda con bien de argumentos en su haber, dado que Carlos Sainz pilota un buggy ya rodado de la escudería alemana y nunca está dispuesto a desempeñar papeles secundarios. La fuerza colectiva de X-Raid también quedará patente de la mano del polaco Jakub Prygonski, quien ya rozó el podio el año pasado (4º), o el argentino Orly Terranova, bien presente en la mente de sus compañeros de pista después de su victoria en la Copa del Mundo de Bajas.

Entre los expertos de las dunas, Nani Roma ha tomado un nuevo rumbo al elegir al constructor alemán Borgward. Principal rival de Al-Attiyah en 2019, el español confía en que la progresión de su vehículo le permita pelear por la victoria, objetivo que comparte con el abanderado saudí Yazeed Al Rajhi, cuyas pretensiones después del 7º puesto cosechado en 2019 le otorgan mayor legitimidad si cabe en un territorio inexplorado por todos los favoritos… salvo él.

Fuente: Pensa Dakar